lunes, 3 de agosto de 2009

Relato

Se oyó un golpe seco “¡PUM!” y luego silencio. Un silencio sepulcral que helaba la sangre. Alberto se quedó paralizado. No podía creer lo que había hecho. Era incapaz de reconocerse a sí mismo. Se levantó rápidamente, con miedo de sí mismo y se quedó mirando su casa como si fuera la primera vez que. Todo le parecía nuevo; el sofá, la televisión, la mesita, etc. Y justo enfrente suya, tirado en el suelo, al lado del sofá, el cuerpo sin vida de Nico, su mejor amigo. Transcurrieron unos minutos hasta que Alberto reaccionó. Aún se sentía extraño en aquella casa, su casa. Con una mezcla de temor y asombro se miró las manos; estaban ensangrentadas, en su mano derecha portaba un cuchillo, también lleno de sangre. Un gran charco de sangre anegaba prácticamente todo el salón. Alberto se dio cuenta entonces de lo que acababa de hacer. Sin pensárselo dos veces salió de su casa por la puerta de atrás, para que nadie lo viese, y corrió. Corrió todo lo que pudo, hasta que su corazón no se lo permitió más y cayó de bruces al suelo. Sólo entonces se dio cuenta de que aún llevaba el cuchillo en la mano y que estaba lloviendo. Correr le había hecho olvidarse, por un breve instante, de la pesadilla que acababa de vivir.

martes, 31 de marzo de 2009

continuación...

Bueno esta es la continuación de lo escribí antes, es bastante deprimente por eso no lo he alargado mas, que después dicen que soy emo ¬¬ (va por tí Greed)y nada está escrito bastante mal y rápido pero es que quería terminarlo ya para empezar otro un poco más alegre =)



No podía creer lo que estaba viendo, aunque en cierto modo se lo esperaba…Su vida no había sido fácil, y a pesar de ello había conseguido salir adelante, con la ayuda de algún que otro narcótico y por supuesto su amigo. Ahora todo se había venido abajo, otra vez la vida le jugaba una mala pasada, una vez más tenía que empezar desde cero…

[FLASHBACK]
Diecisiete años antes en una remota aldea de un país de Europa del este tuvo lugar su nacimiento. Parecía estar marcado por la mala suerte. Su madre murió mientras le daba a luz, ni siquiera tuvo tiempo de coger en brazos a su hijo, no le pudo poner un nombre, no pudo ver como crecía y se hacía mayor, en cuanto a su padre también había muerto años atrás en una de las innumerables y estúpidas guerrillas políticas cuyas únicas víctimas eran los propios habitantes… A pesar de todas sus calamidades podemos decir que tuvo suerte en el día de su nacimiento, pues fue encontrado por una vecina que lo cogió y lo aceptó en su casa aunque lo trataba como si no fuera una persona, como si no tuviera sentimientos, como si fuera inmune a todos. Cuando aprendió a hablar se dio cuenta de que no tenía nombre y decidió llamarse a si mismo Lok. Era un sonido que le había fascinado desde pequeño, pero la gente no lo tomaban en serio y le llamaban “el niño sin nombre”.
Con quince años consiguió escaparse de su país y llegar a España donde empezó una nueva vida, y tras muchas pastillas y estupefacientes consiguió rehacer su vida, y aunque, se sentía un desgraciado y sufría constantes tentaciones de suicidio, sólo vivía por y para su único amigo, el que le ayudaba siempre, el único que siempre estaba, la única persona que realmente lo apreciaba…


sin embargo ahora… Su amigo estaba muerto, su cuerpo inerte yacía en el suelo frío y duro de la cocina… Lok derramó unas lagrimas, los últimos días habían sido demasiado duros, miró a su amigo, se sintió traicionado. ¿Cómo podía haberle hecho esto? Le dedicó una última mirada al cuerpo, luego se dio la vuelta, cerró la puerta de la cocina, sacó su móvil y marcó el número de la policía. Habló con una serenidad pasmosa, casi no parecía afectado, sin embargo por dentro estaba destrozado…
De nuevo a empezar-se dijo- ¿Por qué nada puede irme bien?...

FIN

viernes, 13 de marzo de 2009

Primer relato

Caminaba despacio, absorto en sus pensamientos, sintiendo cada paso como un dolor punzante en su corazón. Sentía que nada podía ir peor. Notaba las lagrimas deslizarse sobre sus mejillas… Sólo quería gritar, huir, sentirse libre pero no podía hacerlo –pensarán que estoy loco- se decía a sí mismo, aunque ya no le importaba. Ya nada importaba, ni sus propios sentimientos importaban -qué más da- pensaba- ya no tiene sentido, nada importa. ¿Por qué? Sólo podía hacerse esa pregunta, y sin embargo no tenía respuesta… nunca tenía una respuesta, muchas preguntas sin respuestas- no lo entiendo, no puedo entenderlo, no quiero entenderlo… sólo quiero llorar…
Seguía caminando, sin rumbo fijo pensando en lo desgraciado que era… casi sin querer llegó su casa. Se quedó delante de la puerta mirando su casa con desprecio. Lentamente se llevó la mano al bolsillo derecho del pantalón y sacó las llaves. Con desgana, las introdujo en la cerradura y abrió la puerta. Entró en el vestíbulo, no se oía nada, sólo silencio, un silencio incómodo, un silencio que sólo podía indicar que algo había pasado…

Continuará

Blog dedicado a publicar los relatos que vaya escribiendo para que los leais y comenteis a ver que os parece.

A escribir!